Era un día común y corriente, solo que esa noche había una fiesta de una amiga, yo estaba algo emocionado porque iba a ver a mucha gente que tenía bastante tiempo sin ver y que extrañaba mucho, en especial a él.
Él es un chico que me atrae mucho desde hace un tiempo, pero nunca fui correspondido, supongo que porque no le gustaba, o porque es hetero, o por miedo a lo que dirá la sociedad, eso es algo que no tengo muy claro.
Llega el momento de la fiesta y mi ansiedad y emoción por verlos incrementaba cada segundo.
Todo estaba normal, como se esperaba que sería en la fiesta. Yo caminaba por todos lados, hablando de a ratos con todos los presentes, hasta que lo vi y no pude evitar distraerme.
Él es un chico rubio, alto y con buen porte, estaba vestido con un traje formal negro que le quedaba muy bien.
¿Ven? Con solo imaginarlo de nuevo me distraigo, en fin...
Estaba caminando por unos de los pasillos del salón de fiestas y él pasa a mi lado, yo me quedé pensativo por unos segundos y empecé a seguirlo, llegamos a un sitio donde había mucha gente conocida, me detuve a pensar en: "¿Lo hago o no? ¿Qué dirá la gente?" acto seguido me armé de valor y me quedé frente a él, lo empujé hacia una pared y le dije: "¿Sabes? Tú me gustas desde hace mucho, pero no tenía el valor para decírtelo" y, con todas las miradas sobre nosotros, lo besé sin importar más nada, mi sorpresa fue que no reaccionó de mala manera, mejor dicho, sonrió y dijo: "Tú también me gustas, pero lo tuve oculto por miedo a lo que diría la gente" y me besó de nuevo.
Era un momento mágico, lo mejor que me pudo pasar en la vida, hasta que sonó el despertador y, entre lágrimas, caí nuevamente en el mundo de la realidad, sabiendo que todo fue un sueño.


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