Hay muchas personas locas en la vida, o que se vuelven locas de repente. Viven su vida tranquilamente, viendo el mismo cielo de siempre, saludando a las mismas personas, siendo feliz a su manera y de repente algo pasa: una sonrisa. Una simple sonrisa que te gustó. Tal vez antes no la había visto, tal vez antes no importaba, pero ahora sí. Ahora es la sonrisa que tratas de buscar cuando caminas en la universidad, una sonrisa que se vuelve incluso el motivo de ir a un lugar, solo para ver si corres con la suerte de poder verla. Sueñas con esa sonrisa, te familiarizas con ella. Esa sonrisa tiene un rostro y hasta ahora te parece el rostro más bonito, obviamente le pones también un cuerpo. Esa sonrisa también habla, y te encanta su voz aunque no hable contigo. Le escuchas hablando de cualquier cosa: juegos, personas, cosas que pasan, trivialidades, hasta de como le queda la ensalada césar, y eso te gusta; y lo peor de todo eso es que no sabes cómo hacer para que esa sonrisa alguna vez se sonría contigo o seas tú el motivo, en el mundo hay mucha gente loca, yo me incluyo, ya se que puedo perder la cabeza sin razón, a veces, tan solo por una sonrisa.